La alineación astral no es un sistema
Esta semana pasó algo que ya se olía. Se esperaba, incluso. Flotaba en el ambiente.
Chile no clasificó al mundial Catar 2022.
Por si te pierdes, estoy hablando de jugar a la pelota fútbol. Quizá no te interesa el fútbol (a mí cada día me interesa menos), pero la lección le puede interesar a tu negocio.
Mira, yo me crié con el fracaso.
Veías los partidos de Chile, sabiendo que lo normal era no ganar. Nacías siendo perdedor.
Era lo normal.
Apoyabas a tu selección porque era lo que había que hacer. Guardabas ciertas esperanzas de que le fuera bien, pero te avergonzabas de ti mismo al darte cuenta de que la realidad era muy distinta.
Eran los tiempos del «jugamos como nunca, perdimos como siempre».
De repente. Así bien de repente, apareció una camada de jugadores diferentes.
Talentosos, medianamente disciplinados (para los estándares del futbolista chileno), ganadores. También alguno de peinados ridículos y boca grande y un Ferrari hecho mierda.
Y lograron hacer historia. Ganar 2 copas América, clasificar a 2 mundiales seguidos… oye que eso fue mucho para lo que estábamos acostumbrados.
Los niños que vivieron esto crecieron diferente. Ganadores.
Bien, pero esa camada de jugadores se va haciendo vieja. Es lo normal, como debe ser. Y ya no rinde como antes.
Y cuando debería ir apareciendo la nueva camada, no aparece. O no la hay.
Y ya van 2 mundiales sin clasificar. Rusia y Catar.
Antes de la etapa exitosa, otros 2 a los que tampoco llegamos. Corea/Japón y Alemania.
Parece ser que el éxito fue más un espejismo que el resultado de un sistema.
Una generación espontánea de buenos jugadores. Que se dio por un montón de condiciones más aleatorias que planificadas. Una alineación astral.
Y la alineación astral no es un sistema.
Mira, en tu negocio puedes no tener un sistema y de repente ver un espejismo de éxito.
Puedes hacer cosas aleatorias y sentir que están danto resultado.
Puedes creer que vas bien. Que estás mejorando. Pero si no tienes claro por qué lo estás logrando, es probable que sea una alineación astral. Y tu éxito sea momentáneo.
Y debes saber que en esa situación, tarde o temprano los astros se van a desalinear.
Vas a albergar la esperanza de que las cosas vuelvan a ir bien, sabiendo que no será así. Te avergonzarás de creerlo y luego enfrentarte a la realidad. Y vas a dejar de clasificar a mundiales.
En fin. Que mi zurda es más talentosa en mi imaginación que en la cancha.
Pero te puedo echar una mano con tu sistema. Si lo tienes, digo.
Si no lo tienes, deberías comenzar por ahí.
Cuando tengas claro cómo quieres llegar a tus clientes, podrías contar con mi zurda mágica.
Es por aquí abajo: