Lo que puedes aprender para tu negocio al llegar casi último

Lo que puedes aprender para tu negocio al llegar casi último

Cuando tenía unos 6 o 7 años, fui llamado de emergencia a competir en un torneo de atletismo escolar.

De emergencia, porque yo no era parte del equipo ni había entrenado nunca atletismo. Pero otro niño de mi edad y que era parte del equipo no iba a poder participar.

El profesor debió haber visto en mí las ganas y un poco de energía extra. Así que me preguntó si quería participar.

¡Sí!

Ya sabes, correr contra niños desconocidos de colegios más desconocidos.

 

 

Al día siguiente, me levanté temprano, muy animado, con una energía de otro mundo.

Cuando eres niño tienes claro cuáles son tus zapatillas que corren más rápido, las que saltan más alto y las que hacen más goles.

Me puse las que corren más rápido.

 

 

Se acerca mi carrera. No recuerdo si el profesor me dio instrucciones o si me dijo algo.

Yo solo quería correr.

 

 

Con un dedo humedecido en saliva limpio mis zapatillas.

En sus marcas.

Me preparo. A mi lado unos 5 o 6 niños desconocidos.

Listos.

Respiro hondo.

¡FUERA!

 

 

Sin pensarlo comencé a correr con todo lo que tenía. Con toda la velocidad de las zapatillas que corren más rápido.

Lo recuerdo muy bien. Si la carrera terminaba en esa primera curva, yo era el ganador.

Pero no.

A continuación de la primera curva había más pista.

 

 

Llegó la segunda curva.

No sé si iba primero, segundo o tercero, pero éramos varios niños peleando cabeza a cabeza por el primer lugar.

 

 

Tercera curva, cuarta o quinta posición.

Ya no sé cómo hacía para respirar.

 

 

Cuarta curva y recta final.

Arrastrando los pies. Las zapatillas, las que corren más rápido, ya con suerte caminaban.

Solo sé que no fui último. Fui el penúltimo.

Al que llegó último nunca le pregunté, pero quizás era el reemplazo del reemplazo.

 

 

Bien.

Tener un negocio es más parecido a una carrera de fondo que a un sprint.

Si quieres ir con tu negocio en modo sprint, terminarás como yo ese día.

Quizás no último. Tal vez penúltimo.

Así que debes prepararte para correr una maratón.

 

Para preparar una maratón necesitas cimientos sólidos sobre los cuales construir tu forma física, técnica y mental.

Un buen punto de partida puede ser comunicarte íntimamente con tus potenciales clientes.

Es lo que hacemos por acá.