Buen rock para tu negocio
Una historia de rock que puede ayudar en tu negocio… aunque seas más del reguetón que del rock.
Cuando adolescente lo mío era el rock. El metal, si somos más quisquillosos con los términos. Y era muy intransigente al respecto.
Ya sabes, poleras negras, pelo largo (en esos años me sobraba) y banda con los compañeros del colegio.
No quería saber nada de los ritmos de moda. Yo quería mi rock.
Satánico, decían algunos profesores y algunas señoras del barrio.
Jaja.
Una de mis bandas preferidas siempre fue Iron Maiden.
Más allá de lo que son musicalmente, tienen una particularidad que me llamaba y me sigue llamando mucho la atención.
Su cantante, el señor Bruce Dickinson, aparte de ser el frontman de una de las bandas de rock más grandes del mundo, es piloto comercial de aviones (de hecho hace algunos años la banda hizo una gira mundial en su propio avión, con mister Dickinson a los mandos).
Además ha escrito algunos libros y el guion de una película.
Practica esgrima a alto nivel. Tanto, que pudo haber competido en los JJOO de Barcelona 92, pues su ranking nacional (en UK) se lo permitía.
Tiene algunos negocios. Entre ellos una cerveza basada en la iconografía de la banda.
Ahora, también es conferencista. Viaja por el mundo dando conferencias sobre emprendimiento, negocios, sus experiencias y un montón de otras cosas.
(De hecho he asistido a algunas de sus conferencias -en yutub, claro- y daría para algunos correos más. Tal vez más adelante.)
Ahhh, creo que tuvo cáncer a la garganta por gozador. Una cosa poca.
Mientras tanto, sigue en activo con Iron Maiden.
Y cantando mejor que nunca, dicen algunos entendidos.
Y bien… ¿cómo afecta esto a tu negocio?
Qué sé yo. Solo quería mostrar mi fanatismo…
No, en serio.
Tiene una sencilla lección para tu negocio. Y para el mío. Y para todos, quizás.
No todos somos Bruce Dickinson.
No podemos hacer un montón de cosas en paralelo, bien hechas, tener éxito y seguir adelante.
Los simples mortales podemos hacer cuanto mucho un par de cosas bien.
Para más o no nos da el talento, o el tiempo, o la dedicación, o las excusas. O las ganas. O lo que sea.
Dentro de un negocio es lo mismo.
Puedes hacer unas pocas cosas bien y todas las demás mal.
¿Y cómo crees que serán los resultados?
Bien.
Mejor, tú encárgate de lo que haces bien. Para lo que eres bueno. Diseña los mejores productos o servicios para tus clientes.
De atraer clientes me puedo encargar yo.