El que sabe, sabe. El que no, es copywriter
Me compré un TV box. Uno de esos cacharritos que convierten una tele normal en una “inteligente”.
Lo que yo quería era tener algo para ver el neflix de manera simple y rápida. Aunque ya ni recuerdo la última vez que vi algo en neflix… pero bueno.
Y bien… además de ver el neflix (que en realidad no lo hago), quería poder instalar en el cacharrito algunos juegos viejos. Juegos retro que les llaman ahora.
Aunque tampoco recuerdo la última vez que me dediqué a algún juego… pero bueno, de gustarme, me gusta.
Así que, recibido el cacharro, a punta de tutoriales en yutub, llevé a cabo el trabajo de ingeniería avanzada: instalar un par de emuladores y algunos juegos, y configurar un mando.
No sé si sabes… un teléfono móvil normalito actual, contiene en su interior más tecnología de la que poseía la Nasa cuando el año 69 enviaron los primeros hombres a la luna (lo hicieron, ¿cierto?).
Bueno, yo con toda la tecnología disponible y los millones de horas de videotutoriales y artículos al respecto, no soy capaz de hacerlo funcionar como corresponde.
Es como cuando armas un mueble siguiendo cada uno de los pasos del manual. Luego lo miras y no sabes qué es lo que acabas de hacer.
Lo mismo yo.
Mi sistema de juegos viejos no luce ni funciona como el del tipo viejuno de yutub que lo hace ver tan fácil.
Los juegos no corren como le corren al friki que con “unas simples configuraciones” lo hace volar.
¡Explícame las simples configuraciones por el amor de dios!
Hijoputaaaaaa
Bien.
Muchos emprendedores hacen eso con sus negocios.
Ven unos tutoriales. Leen unos artículos gratuitos y luego se ponen manos a la obra.
Lamentablemente, no todo es tan simple.
Si fuese tan simple, todos los negocios serían exitosos.
Todos seríamos millonarios.
Y todos los cacharros de la tele tendrían juegos viejos funcionando.
En fin.
El cacharrito de la tele tiene botón de reseteo.
¿Y tu negocio?